lunes, 20 de julio de 2009

Un viaje en Chevy

Banda: Chevy Rockets
Lugar: Dub Club, Floresta, Capital Federal.
Fecha: Sábado 18/07

El sábado los Chevy Rockets jugaron de locales en el Dub Club, en su oriundo barrio de Floresta. Como siempre ocurre en sus shows, se desató una fiesta donde banda y público disfrutaron por igual. Mientras continúan presentando su reciente disco doble en vivo y luego de un cambio en su formación, la banda se prepara para entrar a jugar en primera y tocar en octubre en el Teatro ND/Ateneo.

Afuera hacía frío y lloviznaba, pero dentro del Dub Club la cosa era distinta, porque ya desde temprano se venía calentando la noche con las presentaciones de La Bodega Blues y Don Burro. La banda principal, los Chevy Rockets, aparecieron en escena a la una de la mañana con “Sólo necesito un poco de suerte” y no dieron respiro durante dos horas de un vibrante show donde sonaron temas de sus tres discos de estudio, otros nuevos todavía inéditos y algunos covers.

Para los que no los conocen, los Chevy Rockets son una explosiva combinación de blues, rock and roll, country-rock y funk. Para aquellos que les gusten los viajes por la ruta, los Chevy son una perfecta banda de sonido de acompañamiento. Vamos a recordar que se formaron allá por 1995 (así es, 14 años de trayectoria sobre sus espaldas) con el armoniquista Luis Robinson como líder, que luego se fue pero la banda siguió tocando. Grabaron dos discos más en estudio y un doble electro-acústico en vivo.

A poco de comenzar el show “El Vasco”, la voz líder, anunció que el armoniquista, “El Chino” Masunaka, ya no forma parte de la banda y que se abocará a su proyecto solista luego de acompañarlos durante tantos años. Hubo varios cambios desde aquella primera formación original, pero los actuales integrantes hace varios años que vienen tocando juntos y eso se nota en la fluidez de sus presentaciones en vivo.

Un show de los Chevy es una verdadera reunión de amigos donde todos se dejan llevar por el éxtasis que despierta el show. Digo todos y hago énfasis en esto porque tal vez no abunden las bandas donde realmente se note la pasión que ponen en escena los músicos como ocurre con los Chevy. También cabe destacar el agradecimiento constante hacia sus fieles seguidores, con un trato amistoso hacia su gente y con la humildad y la sencillez que los caracterizó siempre.

Sin dudas podría afirmar que “El Vasco” es dueño de una de las gargantas más privilegiadas del rock argentino. Aguardentosa, incansable y afinada, su voz hace erizar la piel y se lució desde el comienzo hasta el fin, pero fue con el blues lento “Vas a pedir” donde más se destacó y se ganó el aplauso de todos.

Mientras sonaba “Para mi” tuvo lugar un ritual que no falta en ninguna de sus presentaciones; un colaborador de la banda recorrió el lugar con una bota cargada de vino para convidar a los asistentes. Con el correr del show la euforia fue aumentando y al baile se sumó un hirviente pogo, sobre todo con “Una vez más”, “La gira” y “Vieja estación”.

Luego de de dos horas de música con un sonido realmente impecable, el final llegó con “Parecerá que me fui”, con el “Vasco” visiblemente emocionado y agradecido por el apoyo de sus seguidores. El saludo final invitó a todos a concurrir en octubre al Teatro ND/Ateneo, donde los Chevy van a recibir su bautismo en las grandes ligas en esta importantísima sala. El motor de los Chevy sigue rugiendo y, al parecer, tiene nafta para rato.

Fernando Piscitelli

Fotos: Pablo Lamberto