lunes, 29 de marzo de 2010

La Corte del Rey King


Quién: B.B. King
Cuándo: Jueves 25 de marzo
Dónde: Luna Park
Por qué: Presentación del “One More Time Tour”
Cómo: Muy bueno

¿Será la última vez que un Luna Park repleto se rinda ante los pies del rey? No se sabe. Por el momento se dice que es la última gira, pero nada puede asegurarse (por suerte) sabiendo que la afirmación viene de B.B. King, debido a que ya había anunciado su retiro en otra ocasión y nuevamente volvió a los grandes escenarios. La cuestión es que pudimos ver en vivo una vez más por estas latitudes a una leyenda viviente, cosa que no es algo de todos los días, y demostró la pasión con la que ejecuta dos virtuosos instrumentos; su guitarra y su voz.

Podría afirmar que a ninguno de los allí presentes nos importaba el repertorio, no había preferencia por escuchar tal o cual tema, lo único que se buscaba era encontrar la magia de un hombre grande -84 años sobre las espaldas no es poca cosa- que no se agota con el paso del tiempo, sino que parece revitalizarse con cada show que lleva a cabo. Los alaridos de su garganta y el toque simple pero filoso y penetrante de su guitarra “Lucille” siguen intactos y dispuestos a ratificar por qué es llamado el “Rey del Blues”.

Si bien el predominio lógico del concierto lo tuvo la música, hubo una alta dosis de humor por parte del carismático King y su banda. En unos de los puntos altos del show, hubo un cómico juego de pregunta y respuesta que hizo con Tony Coleman, el baterista. Coleman fue muy ovacionado por el público argentino, quien lo conoce por haberlo visto tocando en nuestro país un tributo a B.B. King junto a Pappo. De más está decir que el “Carpo” fue enormemente aplaudido cuando el “Rey” lo recordó con algunas palabras.

Luego de una hora cuarenta de show, el “Rey” se levantó de su silla, saludó durante un buen rato, repartió algunas cuantas púas y se fue hacia su camarín. El público respondió cálidamente con una merecida ovación de pie. Es que lejos estuvo de hacer un show para “cumplir”, B.B. King es uno de esos hombres que contagian la pasión con la que ejecutan su música. Qué mejor que un negro nacido en Missisippi, que de chico trabajó en un campo de algodón, para transmitirnos la melancólica belleza del blues. B.B King lo hace, y lo hace demasiado bien.