martes, 27 de abril de 2010

Beatles por las nubes

Quién: Nube 9
Dónde: Mr. Jones
Cuándo: Sábado 24 de abril
Por qué: Repaso de la discografía de The Beatles, incluyendo interpretación completa del disco Rubber Soul.
Cómo: Muy bueno

Nube 9 prefiere realizar versiones en vez de querer imitar y copiar a The Beatles: no se visten ni peinan como ellos y, aunque respetan de manera fiel el repertorio, se dan el lujo de dar un paso al costado en cuestiones de raíz como en el hecho de que, por ejemplo, uno de los integrantes del grupo sea una mujer, nada menos que Lucrecia López Sanz, integrante de The Beladies, otra banda tributo a The Beatles destacada por tener en su formación a cuatro mujeres. Lucrecia, además de llevar la voz cantante en varios temas y realizar coros en otros, se luce con el toque de su Gibson SG, que ejecuta con firmeza y seguridad.

La excusa de este show era tocar el disco Rubber Soul de manera completa y con el orden correspondiente de temas y, una vez concluida la promesa, su líder y bajista Fernando Blanco anunció un “random” que consistió en un recorrido por la discografía beatle pasando por varios de sus discos, sin respetar orden cronológico y hasta cumpliendo pedidos de la audiencia, como hicieron con Happiness is a Warm Gun, en una muy lograda versión de una de las tantas obras que The Beatles realizó cuando ya se habían convertido en una banda de estudio y dejaron de presentarse en vivo.

Blanco tiene una amplia carrera a sus espaldas que comenzó allá por 1985 como integrante de Súper Ratones, banda que dejó para dedicarse de lleno a sus proyectos personales: sus discos solistas –ya lleva dos editados- y Nube 9. Como no podía ser de otra manera, usa un bajo marca Hofner como el que popularizó Paul McCartney, siendo éste el único elemento estético en el que Nube 9 se acerca a The Beatles. Blanco aprovecha entre tema y tema para contar historias, anécdotas y hasta para realizar juicios de valor sobre ciertas cuestiones referidas a los Fab Four. Lo que se dice un estudioso y sobre todo un apasionado, cosa que transmitió durante las más de dos horas y media de un show que nunca decayó, sino que fue creciendo con el correr del tiempo hasta explotar en un inevitable final con el himno Hey Jude, donde banda y público cantaron más juntos que nunca en toda la noche.

Fernando Piscitelli

(Nota publicada en el blog Cinemarama)

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