sábado, 29 de mayo de 2010

40 años no es nada


Quién: ZZ Top
Dónde: Luna Park
Cuándo: Miércoles 26 de mayo
Por qué: Para demostrar que rockean como ninguno
Cómo: Muy bueno



Para muchos era un sueño por cumplir; para otros era tal vez la curiosidad de ver a “los barbudos” en vivo. Lo cierto es que ZZ Top, tras 40 años de carrera, desplegó por primera vez en Argentina toda su conocida artillería: simpáticas coreos, guitarras de todo tipo de color, forma y tamaño y por supuesto las largas barbas y el mejor blues-rock texano.

Hay algo cierto: los ZZ Top –al igual que gran parte de las bandas que andan dando vueltas por el mundo- tienen un show armado desde hace años que convirtieron en una efectiva fórmula, dispuestos a no cambiarla por nada. ¿Hay algo malo en eso? Desde ya que no, ya que cumplen muy bien su tarea de no defraudar al espectador y brindan un caliente show de una hora y media. Eso fue lo que duró el concierto en el Luna Park, que arrancó con Got me under pressure, con fuerza pero con el volumen un poco bajo, que se fue acomodando con el transcurso del show.

Por un momento el espíritu de Jimi Hendrix invadió el lugar y fue cuando la banda se despachó con una versión de la emblemática Hey Joe, popularizada por él a fines de la década del 60. El propio Jimi parecía supervisar el momento desde la pantalla ubicada detrás del escenario. Es increíble, pero Hey Joe pareciera tener un aura especial que siempre hace que suene bien y esta vez no fue una excepción; sonó impecable.

Uno de los momentos más festejados de la noche fue la trilogía imbatible de su exitoso disco Eliminator (1983); Gimme all your lovin´, Sharp dressed man y Legs. Sonaron una atrás de la otra y todas fueron acompañadas con la proyección de su respectivo video clip, con el inconfundible y tan característico Ford rojo en escena. Luego vino la primera retirada del escenario para volver con sacos brillantes e instrumentos pintados de verde como el paño de las mesas de juego para la festiva Viva Las Vegas, seguida del clásico de clásicos La Grange y un final a todo trapo con Tush.

A esta altura del partido apuesto que a ningún fan de ZZ Top le agradaría un cambio radical en la banda ni mucho menos. Es una banda que va a los seguro, al igual que sus fans, sin muchas más pretensiones que pasar un buen rato escuchando blues-rock clásico, lo cual incluso no es fácil de lograr, pero ZZ Top lo hace. Rockean como pocos y, a 40 años de carrera, el añejamiento cada vez les sienta mejor.

Fernando Piscitelli

(Esta nota fue publicada en Cinemarama)

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